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Exposición Internacional de Arte Postal: Antes/Después

Se realizó una convocatoria de mail art en todo el mundo a través de las redes sociales y el resultado fue un éxito abrumador. 200 piezas enviadas llegaron a New Haven desde ocho países participantes, en el transcurso de tres meses. Cada presentación fue fotografiada, editada, publicada, inventariada individualmente y si quedaba alguna pista en el sobre, se contactaba al artista para cualquier información que quisiera publicar con su trabajo. Esto creó rápidamente una comunidad de artistas en todo el mundo, compartiendo ideas, pensamientos, procesos e historias individuales. Gracias a las muchas personas que hicieron esto posible.

Hoy, en 2019, el correo es menos conveniente y más costoso que comunicarse y compartir obras de arte en Internet. Sin embargo, para que un artista se postule a la mayoría de las exposiciones y exposiciones en galerías, tiene que pagar para jugar. Si bien este precio generalmente ayuda a financiar el espectáculo de alguna manera, crea un problema grave en el mundo de las artes visuales. Las tarifas de entrada a menudo pueden disuadir a los artistas de postularse a los programas y dificulta especialmente que los artistas de niveles socioeconómicos más bajos ingresen al mundo de las bellas artes. Mail Art continúa brindando una oportunidad inclusiva a nivel internacional para colaborar y establecer contactos sin importar cuál sea su origen. Es crear una obra de arte no mercantilizable que tendrá un diálogo con personas que nunca hubieras imaginado.

El correo ha servido como como vehículo y medio para los artistas a lo largo de la historia. No fue hasta principios de los años 60 que un grupo de artistas comenzó a utilizar la correspondencia como núcleo de un movimiento cohesivo. Mail Art se estableció fuera de los límites del Mainstream Art. Se desarrolló una red creativa, cuyos miembros crearon y enviaron arte entre sí en todo el mundo. Los artistas se sintieron atraídos por la inclusividad del Mail Art, conectando una amplia constelación de compañeros que de otro modo nunca tendrían una razón para interactuar. El número de Artistas del Correo creció, sobre todo en la década de los 80. Los artistas intercambiaron su visión creativa del mundo sin considerar sus obras como productos con valor de mercado. El Mail Art traspasa fronteras y se enriquece con el enfrentamiento continuo con el “Otro”.